Ya veníamos advirtiendo que Marcelo estaba bastante "asqueado" en la casa, y que incluso temíamos por su estabilidad emocional. Esta semana no ha sido diferente, ha vuelto a ser más de lo mismo. Todo empezó con el susodicho un tanto rallado por la actitud de Laura después de su bronca con Terry, flagelándose por lo que la había hecho. Que qué quieres que diga, chica apechuga con lo que has hecho, y punto. Como bien dice Marcelo, deja de hacerte la víctima. Se vio la maldad que tenías, pero punto; tampoco has matado a nadie. Ahora si lo que te fastidia es que se te haya visto el plumero, y ahora quieras arreglarlo, eso ya es otro tema...
Esta pequeña rencilla la pareja la superó rápidamente, gracias a la "ayuda" del Celestino Yago que le recordó a Marcelo todo lo bueno que tiene Laura, tanto que dejó caer la posibilidad de que incluso se replanteen su vida cuando salgan para que puedan seguir juntos. Claro que la explicación que dio Marcelo de por qué no pueden ser pareja fuera no sólo me pareció coherente (el muchacho tiene 20 años), sino que me dejó de piedra, pensé que las mujeres que pedían que su pareja las "quitara de trabajar" se habían extinguido juntos los dinosaurios, claro que como la de Parla no sabía que estos seres ya no existían, pues lo mismo es por eso...
En fin, esta "crisis" la superaron, pero la tranquilidad duró más bien poco. Marcelo y Laura volvieron a las andadas en la siguiente fiesta que hubo en la casa. Ella le dio un manotazo sin querer mientras le hacía un baile, él se puso un poco serio (bastante entendible si tenemos en cuenta que se ha llevado un tortazo donde tiene el piercing del labio, una cosa es que sea sin querer y otra, que no duela) y ella empezó a recriminarle que lo hacía para dejarla mal a ella... ¡qué sopor de mujer, de verdad! Pues de ahí la cosa derivó a lo de siempre, acabaron mandándose a tomar por el culo el uno al otro.
Esta vez la cosas parecía más seria de lo habitual, se dejaron de hablar 4 días, y hubo situaciones realmente bochornosas, chillándose de un nicho a otro. En uno de esos "intercambios dialécticos" ella comenzó la frase de "hijo de...", ante lo cual el Malaguita se puso como un basilisco (nuevamente me parece entendible) por lo que ella reculó y dijo que no le iba a llamar "eso que todos sabemos", sino hijo de tu madre. Por cierto, gran frase la de Marcelo que le dijo: "No quiero ni que me huelas el sobaco" (jajaja, me la apunto).
Y otra vez más de lo mismo, que si cómo me dice que le iba a llamar eso, con lo que yo le quiero, que si estoy hasta las narices de esta niña, que si no puede ser, que si esto no tiene futuro... Pero vamos, que hoy se puede leer en la página oficial de Telecinco que estos dos se han vuelto a "reconciliar" a golpe de cadera en el nicho.
En serio, me cansan. Que lo cojan o que lo dejen, pero que se callen ya. Porque con tanta discusión-reconciliación-discusión, me parece que estoy en el Día de la Marmota. ¡Qué suplicio! Y sobretodo, que dejen de dar la barrila con lo mucho que se quieren. Bajo mi punto de vista, eso no es amor, ni estar enamorado, eso se llama sentirse muy atraído físicamente por una persona, tanto, que tienes ganas de follar con ella a todas horas. Pero más allá de lo físico, no hay nada más en común, de ahí las guerras que montan. Me parece a mí que lo más acertado era la propuesta de Marcelo, que se hagan follamigos, que es para lo único que se ponen de acuerdo.
Jajajajaja...
ResponderEliminarRealmente, esta pareja es de todo menos eso: pareja.
La famosa e infantil frase de "los que se pelean se desean" vendría a resumir la realidad de este par (que no pareja). Se hincharían a follar hasta que se les cayeran todas las extremidades a cachitos, pero tienen tanto en común como un avestruz y una garrapata.
En el fondo incluso creo que se odian, se repelen y están muuuy lejos de llegar a comprenderse jamás...pero, eso sí, se tienen unas ganas que dan miedo!
Pues nada, chicos, la noche es joven, y vosotros aún lo sois más, a retozar que son dos días ;)
:)