GALA 16, diseño de Vanessa Murillo
Según la diseñadora “está inspirado en las noches mágicas (magic nights), en lo mágica y sensual que es la noche. He escogido el negro, porque es un color que me encanta y un traje negro es el comienzo de algo mágico y romántico y si tiene transparencias mejor”.
Veamos. Noches mágicas, noche sensual, que lo negro es el comienzo de algo romántico y si tiene transparencias mejor... Vamos a ver, tú lo que has hecho ha sido vestirla de pilingui, reconócelo. Eso, o de mujer a punto de seducir a su maromo en la cama. Porque lo negro y transparente, de toda la vida, no es el comienzo de algo romántico, sino de otra cosa. Y ya, el toquecito de los zapatos de leopardo, lo confirman.
Ahora bien, dicen que "escogió tul de plumeti y polipiel negra, para el resto del vestido". Sinceramente, se llame como se llame, lo que tiene puesto en los brazos me parecieron unas medias negras de manual, como si se hubiera puesto el vestido al revés. Que por otra parte, no tiene Mercedes cuerpo para este vestido.
Y por último, ese peinado... que daba la impresión de que se hubiera echado una siesta sobre el lado izquierdo de la cabeza. Algunos lo llamarán asimetría, yo digo que aplastarle el pelo de la mitad de la cabeza y revolverle la otra mitad, es una cutrez. Al igual que lo de ponerle sólo un pendiente.
En fin, no ha sido un espanto de diseño, pero llamemos a las cosas por su nombre.
Veamos. Noches mágicas, noche sensual, que lo negro es el comienzo de algo romántico y si tiene transparencias mejor... Vamos a ver, tú lo que has hecho ha sido vestirla de pilingui, reconócelo. Eso, o de mujer a punto de seducir a su maromo en la cama. Porque lo negro y transparente, de toda la vida, no es el comienzo de algo romántico, sino de otra cosa. Y ya, el toquecito de los zapatos de leopardo, lo confirman.
Ahora bien, dicen que "escogió tul de plumeti y polipiel negra, para el resto del vestido". Sinceramente, se llame como se llame, lo que tiene puesto en los brazos me parecieron unas medias negras de manual, como si se hubiera puesto el vestido al revés. Que por otra parte, no tiene Mercedes cuerpo para este vestido.
Y por último, ese peinado... que daba la impresión de que se hubiera echado una siesta sobre el lado izquierdo de la cabeza. Algunos lo llamarán asimetría, yo digo que aplastarle el pelo de la mitad de la cabeza y revolverle la otra mitad, es una cutrez. Al igual que lo de ponerle sólo un pendiente.
En fin, no ha sido un espanto de diseño, pero llamemos a las cosas por su nombre.